sábado, 4 de junio de 2011

Reseña en la revista Siempre

Tacones en el armario, de Mónica Soto Icaza/Jaime Luis Albores Téllez

En:Libros Fecha:17 abril, 2011
  Votar
Tacones en el armario, de Mónica Soto Icaza
Jaime Luis Albores Téllez (*)
Tacones en el Armario es un texto o cuento largo de una mujer que decide convertirse en prostituta al descubrir que su marido le es infiel, a unos meses de haberse casado. También en la historia hay pinceladas de erotismo, donde ella quiere seducir a su marido que la ignora en la intimidad. Después en esta historia podemos decir -o imaginar- que se prostituye para aceptar el acto sexual realizado con premura, porque sabe desde un principio que nunca quedará satisfecha como mujer. Y para poder tener sexo como una venganza, necesita que le paguen.
En esta narración podemos hacer énfasis en lo que decía Freud: “que el ser humano no es libre. La libertad es una apariencia, porque la conducta de los humanos está determinada inexorablemente por los instintos.” Que siempre interpretó en un pansexualismo (donde todo es sexo). Los valores (verdad, justicia y amor, etcétera) los convierte en sublimaciones o en formas de racionalización para aceptar lo que no se puede aceptar: como la traición al amor. Donde los instintos de los personajes presiden la conducta de cada uno de ellos.
Este libro de Mónica Soto Icaza me recuerda esa época de los sesenta donde Marcuse con su obra Eros y civilización propugna una total liberación sexual, donde todo se reduce a la satisfacción de necesidades animales como la única forma de amor: la sexual.  
La autora nos muestra un personaje femenino sin esperanzas, traicionada por sus creencias de un amor casi perfecto que sólo existía en su mente y que la lleva a actuar inconscientemente en sus relaciones con los hombres, donde la sexualidad tiene una notable influencia en su forma de actuar. Quiero decir que la sexualidad genital vence a una erotización donde la libido pierde la expansión -cuantitativa y cualitativamente- de la sexualidad.
Me hubiera gustado más que Tacones en el armario fuera más erótico y menos genital, donde el personaje femenino recreara una atmósfera que la sedujera (bailes, escuchar música, beber e imaginar) y obligara a sus clientes a no ser precipitados, aunque le pagaran como a cualquier prostituta.
En fin. Si quieren pasar un buen rato leyendo, pueden hacerlo con Tacones en el Armario, de Mónica Soto Icaza.
Mónica Soto Icaza, Tacones en el Armario. Amarillo Editores  A.C.  México, 2011; 40pp. 

     (*) Jaime Luis Albores Téllez (Tlaxcala, 1964), escritor y musicólogo.             

Foto: Mónica Cervantes-Siempre!
Este libro de Mónica Soto Icaza me recuerda esa época de los sesenta donde Marcuse con su obra Eros y civilización propugna una total liberación sexual, donde todo se reduce a la satisfacción de necesidades animales como la única forma de amor: la sexual… Foto: Mónica Cervantes-Siempre!

No hay comentarios:

Publicar un comentario