sábado, 4 de junio de 2011

Publicado en la revista Siempre (Obra musical para Einsten; "Madrigal Stanzas"

Cultura en México

Madrigal Stanzas: una obra para Albert Einstein/Jaime Luis Albores Téllez

Jaime Luis Albores Téllez
La obra Madrigal Stanzas fue compuesta en el año de 1943, cuando la Gestapo gobernaba dos tercios de Europa y el músico checoslovaco Martinu, exiliado, conoció a Albert Einstein. En esta época, Einstein se dedicaba más a la música que a la ciencia. Trataba de entender los sucesos mundiales a través de la música y de demostrar que las personas pueden aprender y contemplar el mundo a través de las emociones (decía que con las vibraciones de la música el lado derecho se adormece y entonces se puede utilizar la intuición y ser más espiritual).
Albert Einstein aprendió a tocar el violín con soltura desde los seis años con apoyo de su madre, llevó la escuela alemana: mano izquierda: la muñeca cóncava. El vibrato generalmente lento se hace con ayuda del antebrazo. Mano derecha: el codo pegado al cuerpo, la muñeca muy redonda, el dedo índice apoyado sobre la vara con la falangeta. Los dedos en posición casi vertical. Y con esa técnica tocaba a “Lina”, nombre que le dio a su violín. En 1943 también conoció al músico Robert Casadesus, francés, de gran éxito y que colaboró con Maurice Ravel para hacer las famosas listas de varias obras para piano.
El músico Martinu escribió Madrigal Stanzas especialmente para Albert Einstein y para Robert Casadesus. Y ambos se presentaron en diferentes conciertos (de los cuales algunos fueron privados) siempre con gran éxito. Y Albert Einstein siempre salía con la cabeza mirando hacia arriba para mostrar la marca de la mentonera, el manchón levemente amarillento en el cuello. El beso de vampiro de madera, sello de la fidelidad apasionada por “Lina”, su violín.
La pieza Madrigal Stanzas compuesta por Bohuslav Martinu para el físico Albert Einstein (violinista) y Robert Casadesus (pianista) se puede escuchar con gran fidelidad en rtve.es (Internet) Radio Clásica Delicatessen, la que recomiendo a todos los amantes de la música. Además, es parte de un programa extraordinario, compuesto de las siguientes obras: Rossi: La Gelosia; J. Baird (sop.); C. Tilney (clv). Boyce: Sinfonía en la mayor, op.2 nº 2. The English Concert. Dir.: T Pinnokt. Liszt: Ángelus 5378/IR 389; Z. Elekes (armonio). Chauson: Pieza para violonchelo y piano en Do mayor, Op.39. R. Pidoux (vc): J.C. Pennetier (p); Miyagi, músico japonés, con la obra: El mar en primavera; Kondonassis (arp). Martinu: Madrigal Stanzas. The Dartington Ensemble: Peterson Iberger: Canciones de Marit, Op.12; G. Bhoam (sop) y A. Kilstroem (p).
La obra para Albert Einstein (Madrigal Stanzas) podemos decir que está compuesta por partitas de violín que se interpretan con una mayor libertad agógica, lo que a veces dificulta seguir sus características rítmicas. Y la idea musical tiene muy bien definida su expresión tanto en ritmo, melodía, armonía y timbre. También podemos decir que esta obra musical busca o eleva a la Naturaleza al puesto de protagonista de la realidad, de la poesía y del arte. De manera que la pieza expresa los sentimientos humanos, el Infinito mismo y el juego enorme de todas las fuerzas cósmicas. Y también podemos decir que es intensa, vigorosa y hasta feliz; alejándonos de todo lo que nos puede acercar a nuestra cobardía sentimental. Y más en esa época de guerra nazi. Donde se buscaba bajo una carátula burlona hacia la sociedad, demostrar que los poderosos son superiores a los vencidos en todos los aspectos. Entonces esos momentos musicales se convirtieron en un escape para el mundo y para Albert Einstein.
Bien decía Octavio Paz: “La música, al hundirnos en sus aguas amorosas, nos rescata de la forma amada. Nos disuelve y disuelve en su cálido giro a esa forma amada y aborrecida, en la que alienta el soplo secreto del mundo. La música es una negación de la tierra y de la persona”. Creo que estas palabras de Octavio Paz enmarcan esta obra y a ese tiempo de guerra nazi.
Aunque es poco conocida la vinculación de Albert Einstein con la música, ésta no dejó de ser natural e intensa en su vida.

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