sábado, 31 de diciembre de 2011

Ya existe el sandwich que por tres años no caduca y los niños se lo pueden comer comer

El sandwich que no caduca

El sandwich 'inmortal' es degustado por un soldado.| US ArmyEl sandwich 'inmortal' es degustado por un soldado.| US Army
  • Diseñan para las tropas un sandwich inmune a las bacterias
  • Es de pollo barbacoa y se conserva tres años
La última novedad en el campo de batalla para los soldados estadounidenses no tiene que ver con tanques blindados más ligeros o armas más precisas. Lo que realmente les ha cambiado la calidad de vida en el frente es... un sandwich de pollo barbacoa. A simple vista es un emparedado normal, como cualquier otro. Pero los ojos engañan. En realidad tiene unas propiedades que le convierten en un alimento único y en el mejor aliado de las tropas: se conserva en perfecto estado durante, al menos, tres años. Y, además, sabe bien.
Este sandwich inmune a las bacterias y al paso del tiempo lo han fabricado en el Centro de Investigación, Desarrollo e Ingeniería para los Soldados en Natick (Massachusetts, EEUU), la institución que normalmente se encarga de inventar y preparar la comida de las tropas norteamericanas para que sea nutritiva y se conserve bien a pesar de las duras condiciones de los conflictos.
¿Cómo han logrado este sandwich inmortal? Lo explica a ELMUNDO.es Michelle Richardson, una de las artífices del invento. El truco para prolongar la vida del sandwich radica en controlar el PH, la actividad del agua, la humedad y el oxígeno para evitar la aparición de moho.
"Si pensamos en las bacterias como las atletas del sistema alimentario, lo que intentamos es poner suficientes vallas en su carrera para que no las puedan saltar todas y no sobrevivan en la competición", comenta Richardson. Estas vallas consisten en reducir el PH, en asegurar que el agua esté presente, para mantener la humedad, pero no al alcance de las bacterias (algo que en este caso han hecho utilizando miel, azúcar y sal) y en utilizar un material envoltorio que absorba el oxígeno para que tampoco esté al alcance de los patógenos. Al lograr esto, el pan, la carne y los otros productos se conservan bien y no se ponen ni mohosos ni rancios.
Además del sabor a pollo barbacoa, el más demandado, también han realizado sandwiches con sabor a nachos, pepperoni, carne barbacoa, bacon y queso cheddar, cerdo barbacoa y emparedados al estilo italiano y mexicano.
El laboratorio de donde sale el sandwich que no caduca es también el propietario de las famosas MRE (Meal Ready to Eat), el principal sustento de las tropas en el campo de batalla, porque se conserva sin necesidad de refrigeración durante muchos meses y no se estropea a pesar de que lo tiran desde un helicóptero. Se trata de sobres nutritivos, pero que tienen un problema reconocido por todos los soldados. No están ricos.
Por este motivo han desarrollado el sandwich BBQ inmortal (conocido en el laboratorio como First Strike Ration) que aporta suficiente energía y está bueno. Aunque el reto no queda aquí. Según Richardson, el próximo menú inmortal en el que están trabajando para los soldados es una porción de pizza.

Que siempre no murió Chita, el acompañante de Tarzan.

Usted no fue Chita

Maureen O'Sullivan, Johnny Weissmuller y la mona Chita, en 1932.Maureen O'Sullivan, Johnny Weissmuller y la mona Chita, en 1932.
  • Un velo de dudas cae sobre la historia del chimpancé muerto en Florida
Si existe un cielo para los seres de la selva, Johnny Weissmuller estará despejado y alegre, lo suficientemente lúcido como para ver al chimpancé recién llegado y decirle "No, tú no eres Chita".
La noticia llegó el miércoles de esta semana desde Florida, donde Sanctuary, un refugio para animales, anunció la muerte a los 80 años, víctima de una insuficiencia renal, del mono que acompañó a Weissmuller en muchas de las películas de 'Tarzán de los monos'. Como la noticia era pintoresca y las semanas de Navidad tienen poca información, todos los medios del mundo repitieron (repetimos) el teletipo un poco alegremente: ha muerto Chita, repetimos, ha muerto Chita. Sólo con las horas, un velo de confusión cayó sobre la noticia. El chimpancé muerto sólo era uno de los simios que acompañaron a Weissmuller en las aventuras de Tarzán.
Y ahora, después de las rebajas, llega el desengaño: un blog de la web de la agencia Reuters refutó ayer por la noche la posibilidad de que el chimpancé muerto hubiera sido la mascota de Tarzán. Al menos, del Tarzán clásico.
Argumentos. Uno: la edad de 80 años que atribuyen los 'allegados' al mono (y que permitiría pensar en que 'su' Chita estuviera haciendo películas en los años 30 y 40) es una barbaridad para una especie en la que la edad media está en 45 años. El chimpancé más longevo que permanece en cautividad tiene hoy setenta y pocos años. Dos: el Suncoast Primate Sanctuary de Palm Harbor, la institución que alojó al chimpancé muerto en sus últimos años, es muy discutible. Ha tenido sanciones por su mal funcionamiento y, cualquiera que repase en las hemerotecas su relato sobre la historia de la anciana Chita ha ido cambiando con el tiempo. Primero dijeron que llegó a sus instalaciones a finales de los años 70, luego que en la década de los 60... Y tres: si hubo alguna vez un chimpancé que mereció ser honrado como Chita, ese fue Jiggs, muerto en 1938. Los demás han sido 'chitas menores'.

No se nace homosexual. La ciencia lo dice. Sólo es una enfermedad.

“La ciencia dice que la gente no nace gay”

Richard Cohen es autor del polémico libro ‘Comprender y sanar la homosexualidad’

Su obra fue retirada el martes de El Corte Inglés tras las quejas de agrupaciones homosexuales

El escritor Richard Cohen en su casa en las afueras de Washington. / D. ALANDETE
Richard Cohen (Filadelfia, 1952), autor del libro ‘Comprender y sanar la homosexualidad’, se define como un exgay que tiene la clave para corregir las tendencias homosexuales. Su libro, escrito originalmente en 2000, ha sido editado por Libros Libres en España. El martes, El Corte Inglés lo retiró de su librería, tras las protestas de varias agrupaciones homosexuales. Cohen define esa decisión como “un atentado contra la libertad de expresión”. No es la primera vez que su libro genera polémica. En 2009 se empleó en Uganda para apoyar un proyecto de ley que castigaría las conductas homosexuales con pena de muerte. Cohen asegura que se malinterpretó su mensaje y que no odia a los gais. Aquí en Estados Unidos es el principal representante de lo que se llama "terapia de conversión", que promete a los pacientes hacer desaparecer tendencias homosexuales. Cohen no es psiquiatra. Obtuvo un máster en terapia psicológica por la Universidad de Antioch. En este momento tampoco tiene licencia para ejercer como psicoterapeuta. Regenta una organización llamada International Healing Foundation, para la que trabajan otros terapeutas. Recibe a EL PAÍS en su casa en las afueras de Washington, en una consulta decorada con una pequeña bandera gay, muchos libros y una foto con su mujer y sus tres hijos.
Pregunta: ¿Cree que la homosexualidad se puede curar?
Respuesta: ¿Qué quiere decir con curar? No entiendo la palabra.
P: ¿Sanarla, entonces? Es la palabra que emplea en el libro.
R: En 2008, la Asociación Norteamericana de Psicología dijo que aunque ha habido muchas investigaciones sobre las posibles causas genéticas, biológicas u hormonales de la orientación sexual, no ha habido descubrimientos que les permitan a los científicos llegar a la conclusión de que la orientación sexual esté determinada por uno o varios factores particulares. La ciencia dice que la gente no nace gay.
P: Lo que usted hace, ¿es una terapia que revierte una supuesta fase gay?
R: Yo creo en el derecho del cliente a la autodeterminación y libre albedrío. Si alguien quiere vivir una vida gay, lo respeto. Y si alguien quiere explorar las posibilidades de cambiar de gay a heterosexual, también lo respeto.
P: Pero niega la posibilidad de que la homosexualidad sea biológica.
R: Si hay algo biológico en ella, mi experiencia dice que es que aquellos que experimentan sentimientos homosexuales son hombres y mujeres extremadamente sensibles.Viven una relación con sus padres, con sus compañeros y con su entorno, distinta a la de sus hermanos y a las de otra gente a su alrededor. Esa sensibilidad puede sentar las bases para los sentimientos homosexuales.
P: Por lo que usted ha escrito, cree que es el entorno familiar, escolar, de amistades, lo que determina la homosexualidad.
R: Efectivamente, es algo de suma importancia.
P: Y, ¿cómo hace usted que alguien evolucione de tendencias homosexuales a tendencias heterosexuales?
R: Durante los pasados 21 años, en los que trabajé como psicoterapeuta, desarrollé un protocolo para aquellos que quieran cambiar, no para los que estén contentos siendo gais. Yo mismo viví como gay, tuve una pareja gay durante tres años.
P: ¿Había algo dentro de usted que le decía que aquello no era correcto?
R: No. Lo que pasa es que desde pequeño, siempre tuve un sueño: estar casado con una mujer y tener una familia. No fue la presión de mis padres, de la sociedad o de la religión. Era yo mismo, que tenía el sueño de casarme con una mujer y tener niños.
P: ¿Fue fácil para usted dejar de ser gay?
R: No. Se me dijeron muchas mentiras. Que encontrara a la mujer adecuada que me volviera heterosexual. Me casé. Pero reprimía los deseos homosexuales. No los había resuelto. Hice mi terapia después de casarme. Fue un proceso complejo, duro. Muchos terapeutas me decían que yo había nacido gay, que no había nada que hacer. Que debía aceptarlo y vivir una vida gay.
P: ¿Nunca tuvo una aventura con un hombre después de casarse?
R: Tuve una relación con un hombre. Y se lo dije a mi mujer. No buscaba sexo, sólo un mentor masculino. Bajo mi deseo por los hombres había una herida. No recordaba que mi tío había abusado sexualmente de mí. Es algo que reprimí durante 25 años, hasta que hice mi terapia. Entonces encontré a un mentor masculino, heterosexual. Cuando experimenté el luto por ese abuso mis tendencias homosexuales desaparecieron.
P: Usted hace especial insistencia en la figura del abuso sexual como una razón para desarrollar sentimientos homosexuales. ¿Cree usted que es una razón común?
R: Es una de las 10 razones posibles que detallo en mi libro. Nunca es una cosa sola. Es una combinación de varios factores. Un 50% de mis clientes sufrió abuso sexual por parte de alguien de su mismo sexo.
P: ¿No cree que esto se puede interpretar como que usted caracteriza a los gais como abusadores sexuales?
R: Es lo opuesto. Si se da cuenta de las proporciones de la población, la mayoría de abusadores son heterosexuales.
P: ¿Por qué?
R: Porque en la sociedad no hay más de un 2 o 3% de homosexuales. Es una cuestión de proporcionalidad. En mi caso, fue un hombre heterosexual quien abusó de mí.
P: Hace usted una reflexión en su libro sobre por qué los homosexuales tienden a cultivar su cuerpo, cuidar su apariencia... algo muy asociado a los tópicos que hay sobre la cultura gay.
R: Es lo que se llama sobrecompensación, porque no sienten su propia masculinidad. He tratado a hombres culturistas, con físicos increíbles. No importa cuántos músculos desarrollen, aun se sienten inferiores interiormente.
P: Usted habla de un mito, reforzado por los medios, Hollywood, las novelas...
R: Es el mito de que se nace gay, que es una afirmación que científicamente no es válida. Pero tampoco se puede decir que ser gay sea una opción. Uno no se despierta un día y decide ser gay. Hay una serie de factores combinados que hacen que alguien se comporte como gay. Tratando a cientos de homosexuales he descubierto que hay una serie de contextos comunes en todos ellos. En las biografías de los famosos queda claro también: tuvieron experiencias similares. Rosie O’Donnell, Greg Luganis, Elton John, Ricky Martin, Ellen DeGeneres... todos tienen historias similares. Es algo clínico. Decir que alguien ha nacido así es contrario a la naturaleza.

jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Los gringos tienen que ver con el cáncer en los mandatarios latinoamericanos?

Chávez sugiere que EEUU está detrás del cáncer de los líderes latinoamericanos

Nueva polémica y algo disparatada alocución del presidente venezolano. Hugo Chávez ha sugerido este miércoles que el cáncer diagnosticado a varios líderes latinoamericanos podría haber sido inducido por Estados Unidos y sus avanzadas tecnologías médicas. "Ese es Estados Unidos. ¿Sería extraño que hubieran desarrollado una tecnología para inducir el cáncer y que nadie lo sepa hasta ahora y se descubra esto dentro de 50 años o no sé cuánto? No sé, sólo dejo la reflexión, pero esto es muy extraño", aseveró.
En un discurso por el fin de año a la Fuerza Armada, Chávez recalcó que es "muy extraño" que le haya dado cáncer al presidente de Paraguay, Fernando Lugo; a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuando era candidata, al ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, a él y ahora a la mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, puntualizó que no estaba acusando a nadie al respecto.
Chávez indicó que el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, le comentó recientemente que Estados Unidos realizó hace 50 años experimentos biológicos en su país que afectaron a cientos de cuidadanos.
"50 años después se demostró que el gobierno de Estados Unidos, la CIA y no sé cuántos organismos más lanzaron sobre Guatemala una operación biológica, química y radiológica y contaminaron de no sé cuántas enfermedades a no sé cuántos guatemaltecos, entre ellas enfermedades venéreas, para hacer algunas pruebas", señaló.
Respecto a los episodios de cáncer, dijo que a él le detectaron un tumor antes del año electoral, en el que buscará un asegunda reelección, a los pocos días le ocurre a Lula y ahora a Fernández.

'Cuidado con lo que comes'

"Bueno, es un poco difícil explicarlo, razonarlo, incluso utilizando la ley de probabilidades. Fidel (Castro) siempre me dijo 'Chávez ten cuidado porque tú te le tiras a la gente encima. Cuidado, esta gente ha desarrollado tecnologías, tú eres muy descuidado. Cuidado con lo que comes, con lo que te dan de comer, con una pequeña aguja y te inyectan no sé qué'. Bueno uno anda en las manos de dios", señaló.
Chávez recalcó que en cualquier caso no acusa a nadie sino que está haciendo uso de su libertad de reflexionar y emitir comentarios ante "hechos muy, muy extraños y difíciles de explicar".
Asimismo, envió un mensaje de solidaridad a Fernández, tras conocerse que padece cáncer de tiroides, y dijo que habrá que "cuidar" al presidente de Bolivia, Evo Morales, y al de Ecuador, Rafael Correa.
"Hay que tener en cuenta cuántas cosas han desarrollado los países más poderosos. ¿Cómo murió Yasser Arafat, el gran líder palestino? El único diagnóstico que se conoce de su médico dijo que fueron 'extrañas alteraciones sanguíneas' y no hubo forma de salvarle la vida", agregó.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Antes de morir: entrevista: ¿Quieres fotografiarme desnuda, verdad?

¿Quieres fotografiarme desnuda, verdad?

Cultura Página: 26 - No.269-270 o descarga el PDF (0.4 MB).

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¿Quieres fotografiarme desnuda, verdad?

Quizá no fue el primero en fotografiarla, pero ciertamente fue el último. En julio de 1962, el joven fotógrafo Bert Stern tuvo tres sesiones con ella, en las cuales logró capturar a una inusualmente relajada, juguetona, cercana y directa Marilyn Monroe. Pocas semanas después, ella moriría. Lo que empezó como un homenaje de ocho páginas en Vogue se convirtió en un obituario, que entró a la historia de la fotografía como Marilyn’s Last Sitting (La última sesión de Marilyn), cuyas más de 2 mil 500 imágenes acaba de publicar la editorial Taschen con ese título.
Fotografías: Bert Stern/Cortesía de Taschen
Por Hans-Michael Koetzle*
Sus primeras palabras, luego de conocerla, fueron cortas y simples: “Eres preciosa”. Quizá no fue la manera más original de empezar una plática, pero Bert Stern no parece haber sido alguien de muchas palabras. Además, qué puede decir un hombre que repentinamente se encuentra cara a cara con la mujer cuya presencia en pantalla y sex appeal han provocado que millones de hombres de todo el mundo hayan perdido la razón.
Un verdadero “Stradivarius del sexo”, como la definió Norman Mailer alguna vez.
Como tal, podría muy bien haber sido una mera invención de la industria del cine, una creación de maquillistas, peinadores; de la luz y la dirección. Vistas así las cosas, la entrada de Stern sólo fue la traducción de un mito a la realidad. Además, las palabras fueron honestas y espontáneas, lo cual parece haberla complacido. “¿De verdad?, qué bonitas cosas dices”, respondió Marilyn, lo cual también sonó auténtico: no lo “qué” se dijo, sino el “cómo”.
Ella sabía de sobra que era atractiva. Y también que la manera en que miraba era su capital en un mundo que difícilmente la había tratado con delicadeza.
Después de vivir una niñez de carencias, con unos padres adoptivos que rayaban en el fanatismo, se embarcó en tres matrimonios fallidos y sufrió cerca de una docena de abortos. Finalmente, una desafortunada aventura con el Presidente. Marilyn intentó desafiar la omnipotencia de los estudios, y perdió. Sin embargo, consiguió filmar 15 películas, ninguna de las cuales es considerada por los críticos como digna de entrar en los annales de la historia del cine.
Además, ni siquiera le pagaban lo justo por su trabajo, en comparación con lo que recibía Liz Taylor, quien en cierto modo representó lo opuesto a Marilyn a lo largo de su vida.
Por filmar Cleopatra, Liz ganó tanto dinero en una semana como Marilyn por una película entera. Pudo haber sido que para Marilyn una mirada en el espejo compensara todo. Era hermosa y nadie podía privarla de su belleza, sólo el tiempo, el alcohol y las píldoras para dormir, que en esa fase de su vida habían constituido una alianza non-sancta.
Y quizá era cierto que, como lo formuló Clare Booth Luce en el obituario que escribió para la revista Life, el miedo de llegar a ser vieja y fea movía a Marilyn a tomar esa mezcla de Dom Perignon y barbitúricos que, finalmente, la llevó a ese estado de aletargamiento y a un eterno sueño la noche del 4 de agosto de 1962.
O quizá fue, de hecho, asesinada, como todavía muchos murmuran, por órdenes de arriba, desde los más altos niveles, para ocultar algo. La muerte de Marilyn Monroe se mantiene hasta la fecha como uno de los grandes enigmas sin resolver del siglo XX.
Pero estamos aún en julio del 62. Nos encontramos en el Hotel Bel Air, en Los Angeles. No es un mal sitio y probablemente la locación perfecta para realizar una idea que el fotógrafo Bert Stern ni siquiera acaricia en sus más exóticos sueños.
En ese momento, Bert tiene 33 años y es uno de los fotógrafos mejor pagados de Nueva York, lo que es decir del mundo. Desde que ayudó a un vodka llamado Smirnoff a obtener unas sensacionales ganancias a través de una espectacular imagen publicitaria, una proeza nada menor en tiempos dela Guerra Fría, se convirtió en uno de los más buscados fotógrafos.
Además, había firmado un lucrativo contrato con la edición estadunidense de Vogue, entonces y ahora el Olimpo de todos aquellos para los que la cámara es el verdadero medio para dar un toque de cierta durabilidad a la apariencia de belleza.
Stern tenía 18 años cuando vio una naturaleza muerta hecha por Irving Penn, lo que abrió una puerta en su mente. Sin embargo, pudieron no haber sido las naturalezas muertas las que lo inspiraron y finalmente lo condujeron a iniciar una carrera dentro de la fotografía, sino la vida misma, especialmente la de aquellos lugares donde ésta se manifiesta sensual y plena, excitante y rebosante de erotismo.
Un faro en el horizonte
¿Cuál era la más osada de las audaces ideas de Bert? Fotografiar a Marilyn Monroe desnuda. Uno debe situarse mentalmente en los años cincuenta o principios de los sesenta –armado con una buena dosis de fantasía y simpatía— para evaluar en su entera dimensión la temeridad de Stern. Además, a pesar de su prometedora carrera, todavía era un “don nadie” en la fotografía, al menos comparado con Monroe, la superlativa, quien en ese momento podría vanagloriarse de ser el sex symbol más grande de Estados Unidos. Eso, probablemente, podría no hacerle justicia a Marilyn, quien ya se había convertido en un ídolo internacional, una “pin-up” global y el faro en el horizonte de las fantasías masculinas en todo el globo. Era, como decía Norman Mailer, “el ángel dulce del sexo”…
Una larga lista de fotógrafos había hecho el retrato de Marilyn en poses más o menos provocativas. Sus nombres integraban un impresionante grupo: Andre de Dienes, por ejemplo, quien reclamaba el crédito de haber descubierto a Marilyn; o Cecil Beaton, el maestro del glamour en la moda; o Alfred Eisenstaedt, Ernst Haas, Henri Cartier-Bresson; en otras palabras, el círculo más prestigiado de los fotoperiodistas internacionales.
Además, ella ya había modelado para Richard Avedon y Milton Greene. Philippe Halsman, sin dejar de mencionar a Frank Powolny o Leonard McCombe. Le gustaba ser fotografiada. Amaba la presencia de la cámara. Sabía cómo posar. Sin embargo, sólo había sido retratada una sola vez completamente sin ropa.
Eso ocurrió en 1949 y cuando la foto, hecha por Tom Kelley, apareció en un catálogo de 1952, casi terminó con su carrera en Hollywood. Sus películas crujían de erotismo y a ella le agradaba jugar el papel de la chica fácil.
La más memorable escena de La comezón del séptimo año –Marilyn parada en las rejas de ventilación del metro– se convirtió en una de las más famosas en la historia del cine.
Stern tenía exactamente 26 años cuando conoció a Marilyn Monroe. Ese fue el instante en que surgió en él la idea que tomaría forma la tarde de ese día de julio de 1962 en el más hermoso sentido de la palabra.
Después de que Dienes y Beaton, Avedon y Green lo hubieran hecho, ahora, a él, Bert Stern, le permitirían fotografiar a Marilyn Monroe, la misma Marilyn que le había dado alas a sus fantasías desde 1955, y a quien él había “deseado” desde entonces, como él mismo admitió. “La primera vez que la vi –relata– fue en una fiesta del Actors Studio, en New York. Era 1955. Nos habían invitado a un amigo y a mí, y cuando entramos, ahí estaba Marilyn Monroe. Era el centro de atención. Todos los hombres estaban a su alrededor y todas las luces parecían dirigirse hacia ella. ¿O era la luz que ella irradiaba? Podría ser, porque ella brillaba. Tenía esa cabellera rubia y una piel luminosa. Llevaba una resplandeciente funda verde esmeralda que se ajustaba a su cuerpo como si fuera una cubierta de pintura verde recién aplicada. ‘Mira ese vestido’, le comenté a mi amigo. ‘Parece que se lo cosieron al cuerpo’, dijo él. ¿Cómo se lo podría quitar, me preguntaba, con una navaja de rasurar? Apenas la había mirado y de inmediato la idea de desnudarla cruzaba por mi mente”.
El objeto de sus secretas fantasías
Es 1962 y Bert Stern se encuentra cerca de cumplir sus sueños y secretas fantasías. La botella de Dom Perignon 1953 ya ha sido puesta a enfriar y la suite 261 del Bel Air ha sido transformada en un estudio. Las luces, colocadas en su lugar, la grabadora portátil también. Él quería crear, como lo ha dicho, un ambiente de sonidos. En este caso no usó a Sinatra, como hizo Avedon, sino a los Everly Brothers.
La gente de Vogue había conseguido vestidos y accesorios de tela vaporosa, semitransparente. Que los editores hubieran aceptado su propuesta de hacer un retrato de Marylin fue tan sorprendente como el espontáneo “sí” de ella misma. El lujoso trasatlántico de las publicaciones más chics y glamourosas jamás había publicado algo sobre Marilyn, quien, como era sabido, realmente se llamaba Norma Jean Baker, una hija ilegítima difícilmente proveniente de la esfera social a la que Vogue dedicaba su atención y sus páginas.
Pero Marilyn se había convertido un una parte tan integral del american dream que incluso Vogue no pudo seguir ignorándola. La sesión de fotos tenía el propósito de introducirla en los terrenos de Conde Nast. No fue así. Por el contrario, se convirtió en su epitafio.
Se acercaban las siete de la noche y Bert Stern comenzó a inquietarse. Sabía que Marilyn Monroe era notoriamente impuntual, pero para ese momento ya llevaba esperándola cinco horas. “Qué tal que sólo me da muy poco tiempo para la sesión”, empezó a preguntarse.
A lo mejor la Marilyn de sus sueños tenía poco que ver con la Marilyn Monroe de la vida real. Después de todo, el hecho era que ella “estaba en sus treinta y realmente estaba un poco rellenita”, como lo había notado al verla en The Misfits.
Todavía la tarde previa, mientras caminaba solo en los jardines del Bel Air, las más locas de las ideas habían cruzado por la cabeza de Bert Stern, pensamientos que un hombre casado y padre de una pequeña no podía permitirse. “Me estaba preparando para la llegada de Marylin como si fuera su amante”, ha contado Stern. “Pero yo estaba ahí para tomar fotografías, no para tomarla en mis manos, sino para convertirla en tonos, planos, formas y, al final, en una imagen que aparecería impresa en una página”. Stern regresó a la realidad cuando el teléfono repiqueteó: la señorita Monroe había arribado. “Colgué y respiré profundamente”.
Mejor que la “pura sangre” de las películas
Stern bajó al lobby del hotel para recibirla. Para su sorpresa, había ido sola. Sin guardaespaldas, sin gente de prensa; ni siquiera Pat Newcomb, su encargada de relaciones públicas, la había acompañado. “Había adelgazado y la pérdida de peso la había transformado. Estaba mejor que la presuntuosa mujer ‘pura sangre’, de altos vuelos, que había visto en las películas. En sus pantalones verde pálido y su suéter de cachemira, se veía esbelta y delgada, con la suavidad necesaria en el lugar correcto. Usaba un pañuelo, pero no traía una gota de maquillaje. Nada. Y se veía maravillosa. Esperaba, temía en realidad, una elaborada imitación de sí misma. No. Era auténtica”.
En un momento dado, Stern le preguntó si tenía prisa.
–No –contestó–, por qué?
–Pensé que me ibas a dar cinco minutos.
–¿Estás bromeando? –dijo ella, sonriente, enteramente profesional.
–Bueno –preguntó él, cuidadosamente–, ¿cuánto tiempo tenemos?
–¡Todo el que queramos!
Al final, casi fueron 12 horas. Y Bert Stern, el hijo de una familia de clase media de Brooklyn, como él mismo se ha descrito, fue capaz de conseguir lo que buscaba. Todo. Casi todo. A petición suya, Marilyn accede a hacer la sesión sin maquillaje, o apenas con un poquito de delineador y lápiz labial; bajo su dirección, ella se enreda en una boa. Y salen los velos transparentes.
–Quieres fotografiarme desnuda, verdad? –pregunta Marilyn.
–Uh, bueno, eh, sí, sería una buena idea –responde un tartamudeante Stern–. No estarías exactamente desnuda. Tienes un pañuelo.
–Bueno, ¿cuánto podrás ver? –pregunta la actriz.
–Depende de la luz.
–¿Se me verá la cicatriz?
Stern no entiende a qué se refiere y ella le explica entonces que apenas hace seis semanas la operaron de la vesícula. Stern le asegura que no habrá ningún problema para retocar la foto y recuerda lo que Diana Vreeland dijo alguna vez: “…una mujer es bella por sus cicatrices”. Marilyn ya está enteramente en las manos del fotógrafo. “No tuve que decirle qué hacer”, recordaría después Stern. “Casi no hablamos. Nos pusimos a trabajar. Yo había fotografiado a muchísimas mujeres, pero Marilyn era la mejor. Estaba metida en la sesión. La veía, encuadraba, disparaba, clik, click, las luces estroboscópicas se apagaban y prendían como relámpagos en una millonésima de segundo”.
A Vogue le gustaron las fotos. Alexander Liberman, en ese tiempo el todopoderoso director de arte de la revista, dijo que eran “fabulosas”, pero Stern sabía que con Liberman todo era “divino”. En esta ocasión, sin embargo, parecía que hablaba en serio: Vogue desplegó las fotos de Stern en seis páginas.
Aparentemente la revista se dio cuenta de que había algo muy bueno y quería más. Pero, según le dijeron en la revista, necesitaban más blanco y negro. Stern entendió de inmediato: “Eso significaba fotos de moda. Y eso significaba que no querían publicar sólo desnudos. Probablemente, querían fotos con mucho vestuario, querían cubrirla”.
De hecho, hubo dos sesiones más en el Bel Air, a las cuales Vogue envió a su mejor editor, una señal de que, según Stern interpretó, la revista se había tomado en serio este proyecto. Y una vez más los Everly Brothers sonaron en la grabadora portátil, y una vez más los relámpagos de los bulbos del flash avasallaron a una delicada Marilyn, cuyo peso, según determinó el médico forense Thomas Noguchi tres semanas después, era de 52 kilos, describiéndola además como “una mujer bien alimentada de 1.65 de estatura”. Pero en ese momento el enviado de Vogue, ha llevado montañas de elegante vestuario y pieles. Y el Dom Perignon está presente de nuevo mientras Stern hace su trabajo. Casi al final de la sesión, Stern recuerda repentinamente que debe hacer la “foto por la que vine, esa negro y blanco que iba a durar para siempre como la de Greta Garbo hecha por Steichen”. Stern ingresó así a ese espacio “donde todo es silencio, excepto el click de las luces”.
Entonces, todo a la vez, recuerda Bert, Marilyn giró su cabeza, “sonriendo, su brazo levantado, como despidiéndose. Esa era la pose que buscaba, apreté el obturador y ella era mía. Fue la última foto”.
No sólo rayó las fotos
Vogue  se  decidió  al  final  por  las  fotos  negro  y blanco, y para principios de agosto las imágenes elegidas ya habían sido diagramadas y el texto estaba redactado. La edición estaría impresa el 6 de agosto. Stern había enviado a Marilyn un juego de las fotografías, y ella se lo regresó con dos tercios del total de fotos tachadas: “Cruzó unas ‘x’ con marcador en las hojas de contacto. Eso estaba bien”, reflexionó tiempo después. “Pero Marilyn marcó unas ‘x’ con un pasador en los negativos de color que no le gustaron. Los mutiló. Los destruyó”.
Stern estaba muy contrariado, incluso sintió cierto enojo, pero más tarde se dio cuenta de que ella “no sólo había rayado mis fotografías, sino que se había rayado a ella misma”.
Semanas después, almorzaba con unos amigos. Era sábado, 4 de agosto, y la televisión estaba encendida. De repente, se interrumpió la transmisión del programa. “Marilyn Monroe”, anunció el locutor, “se suicidó ayer por la noche”. “No sabía lo que estaba sintiendo. Estaba paralizado, sin habla, aletargado”. Pero, dice, “en cierto modo no estaba sorprendido. Yo había olido que ella estaba en problemas”.
En Vogue pararon la impresión de la revista, programada para el fin de semana, cambiaron los títulos y escribieron otro texto. “Saludos”, como habían titulado la serie de fotos, se modificó a “El último saludo de Marilyn”.
El ensayo cerraba con el retrato en el que ella parecía decir adiós. Era la última imagen de esa gran serie, la última, la que, como lo frasea Stern, nos sigue llamando de la misma manera en que una “mariposa revolotea alrededor de una vela”. ¶

*Escritor y crítico alemán, es autor del Diccionario de
fotógrafos del siglo XX. 
Este texto forma parte
del libro The story behind the Pictures.:

Un libro que dice como curarte de la homosexualidad

Un libro que ya se puede leer escrito por un exhomosexual.

Un libro para 'curar' la homosexualidad enciende la polémica en las redes sociales

Colegas advierte que esta monografía podría desorientar a los jóvenes

Facua ha pedido a las librerías que revisen su política comercial ante "obras con mensajes de odio"


Portada de 'Comprender y sanar la homosexualidad'.
"Este libro aborda preguntas (...) acerca de cómo se puede pasar de ser homosexual a ser heterosexual", reza la descripción del libro Comprender y sanar la homosexualidad en el catálogo virtual de El Corte Inglés. Este manual de Richard Cohen, que también se puede encontrar en las librerías de establecimientos como La Casa del Libro o en la página de comercio electrónico Amazon, ha puesto en pie de guerra a los internautas que han canalizado su indignación a través de Actuable, la mayor plataforma de activismo en español.

Cohen, exhomosexual

 El autor de Comprender y sanar la homosexualidad, Richard Cohe, de 58 años, asegura que en los últimos 15 años ha "curado" a miles de hombres y mujeres que sentían atracción por personas de su mismo sexo.
 El psicoterapeuta estadounidense asegura que su terapia está avalada por su propia experiencia personal, ya que fue homosexual "durante decenios", según declaró al Washington Post en 2005.
Cohen atribuye su "pasada homosexualidad" a un trauma infantil. Cuando tenía 6 años, un amigo de la familia abusó sexualmente de él en repetidas ocasiones. Desde entonces, se sometió a tratamiento psiquiátrico intensivo para seguir la "línea recta", sin éxito.
En 1982 se casó por recomendación de un reverendo de la Iglesia de la Unificación. Según cuenta en este reportaje, logró sobre ponerse a su atracción por los hombres cinco años más tarde y la pareja ha permanecido unida durante 29 años. Tienen tres hijos, dos de ellos estudiantes de la Universidad de Pensilvania.
 "Realmente quería que mi matrimonio funcionase. Siempre soñé en casarse con una mujer y tener hijos", explicó al periodista de Washington Post.
Toda su obra ha sido financiada por International Healing Foundation, una fundación exenta de impuestos que él fundó en 1990 para tratar lo que él llama "homosexualidad no deseada". Cohen no tiene licencia como terapeuta y por ello fue expulsado en 2002 de la American Counseling Association (ACA). Fue acusado de cometer seis violaciones éticas, entre ellas la de "satisfacer sus necesidades personales a expensas de los clientes".
 El psicoterapeuta niega estas acusaciones y mantiene que su método funciona. "Si estamos decididos, contamos con el amor de Dios y el apoyo de otras personas la curación es posible", recalca Cohen en una entrevista que publica en su página web la editorial que ha traducido el libro al español.
 El psicoterapeuta estadounidense asegura que su terapia está avalada por su propia experiencia personal, ya que fue homosexual "durante decenios", según declaró al Washington Post en 2005.
Cohen atribuye su "pasada homosexualidad" a un trauma infantil. Cuando tenía 6 años, un amigo de la familia abusó sexualmente de él en repetidas ocasiones. Desde entonces, se sometió a tratamiento psiquiátrico intensivo para seguir la "línea recta", sin éxito.
 En 1982 se casó por recomendación de un reverendo de la Iglesia de la Unificación. Según cuenta en este reportaje, logró sobre ponerse a su atracción por los hombres cinco años más tarde y la pareja ha permanecido unida durante 29 años. Tienen tres hijos, dos de ellos estudiantes de la Universidad de Pensilvania.
"Realmente quería que mi matrimonio funcionase. Siempre soñé en casarse con una mujer y tener hijos", explicó al periodista de Washington Post.
Toda su obra ha sido financiada por International Healing Foundation, una fundación exenta de impuestos que él fundó en 1990 para tratar lo que él llama "homosexualidad no deseada". Cohen no tiene licencia como terapeuta y por ello fue expulsado en 2002 de la American Counseling Association (ACA). Fue acusado de cometer seis violaciones éticas, entre ellas la de "satisfacer sus necesidades personales a expensas de los clientes".
 El psicoterapeuta niega estas acusaciones y mantiene que su método funciona. "Si estamos decididos, contamos con el amor de Dios y el apoyo de otras personas la curación es posible", recalca Cohen en una entrevista que publica Libroslibres, la editorial que ha traducido el libro al español.
"¿Puede curarse algo que no es una enfermedad?", pregunta Fran Ferri en esta web. "Es inadmisible que se contribuya, comercializando este libro, a extender falsedades y a crear el caldo de cultivo necesario para la homofobia. Pero podemos pararlo. Si apoyas esta petición, estarás enviando un mensaje clave a estas tres grandes empresas que venden cada año millones de libros, y podremos conseguir que retiren esta obra que incita al odio", añade en su proclama el diputado de Compromis en las Cortes Valencianas.
Esta iniciativa ha sido respaldada 12.130 ciudadanos, así como por Confederación Colegas, que agrupa las asociaciones de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales; y por la asociación de consumidores FACUA. Su portavoz, Rubén Sánchez  ha pedido a los comercios que saquen el libro de sus estanterías y revisen su política comercial ante "obras que lanzan mensajes de odio e ignorancia" .
Los grandes almacenes, propiedad de Isidoro Álvarez, se han justificado por medio de su cuenta de Facebook: "Pedimos disculpas si alguien se ha sentido ofendido, pero en nuestras librerías podéis encontrar todo tipo de libros escritos por autores de muy diferentes ideologías y tendencias. Dejamos libertad para que el cliente elija aquel título que más le interesa, apostando así por la pluralidad y la diversidad. En nuestros centros, al igual que en otras librerías, se dan cita escritores con pensamientos muy diversos y distanciados, siendo ellos los responsables de las opiniones y contenidos que se vierten en los mismos". La Federación Andaluza de Asociaciones LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) asegura que el Corte Inglés se ha comprometido también a retirar el libro de su tienda virtual, pero hasta el momento el producto sigue en catálogo. Este periódico ha intentado conseguir un ejemplar en tres librerías y en todas estaba agotado.
La Casa del Libro ha lanzado un mensaje prácticamente idéntico en cuenta de Twitter: "No compartimos todas las tesis u opiniones vertidas en esta amplia variedad de libros de distintas ideologías y creencias de autores muy distintos y variados. Nunca y de manera tajante para este caso concreto".
El  libro de la polémica, del que la editorial Libroslibres ha vendido unas 7.000 copias en España, propone una "terapia reparativa" para "curar" la homosexualidad y se presenta como una herramienta que "resultará iluminadora y abrirá un horizonte de esperanza para aquellas personas que han buscado durante mucho tiempo una orientación para comprender y sanar su propia vida o la de alguien cercano".
La Confederación Colegas recuerda además que la Organización Mundial de la Salud excluyó en 1990 a la homosexualidad de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y advierten que esta monografía que podría provocar una "desinformación radical" en los jóvenes homosexuales y sus familias.
El director de la editorial LibrosLibres, Alex Rosal, se ha defendido de las críticas. Ha manifestado a EFE que la campaña emprendida por el colectivo LGBT contra Comprender y sanar la homosexualidad busca cercenar la libertad de expresión como una moderna inquisición". En su opinión, la polémica "no se sostiene, por falsa y demagógica" y ha precisado que el libro "no habla propiamente de enfermedad, sino de sanar las emociones heridas".


Ex presidente homosexual: libro que saldrá el año que viene.

El libro que saldrá el próximo año 2012 tal vez sea uno de los más leídos: "Nixon" Darkest Secrets

Nixon mantuvo una relación homosexual con un banquero conectado con la mafia

Richard Nixon (dcha), junto a J. Edgar Hoover (c) y Charles Rebozo. | Casa BlancaRichard Nixon (dcha), junto a J. Edgar Hoover (c) y Charles Rebozo. | Casa Blanca
  • Nixon también golpeaba a su mujer y sus ayudantes le llamaban 'nuestro borracho'
El ex presidente estadounidense Richard Nixon mantuvo una relación homosexual con un banquero de Miami, conocido por sus relaciones con la mafia, según sostiene una nueva biografía del ex mandatario que verá la luz próximamente.
Según el libro 'Nixon's Darkest Secrets: The Inside Story of America's Most Trouble President', del conocido periodista Don Fulsom; el ex presidente mantuvo una relación homosexual con su más entrañable amigo, el banquero Charles 'Bebe' Rebozo, fallecido en 1998.
Fulsom, un ex corresponsal que cubrió los asuntos de la Casa Blanca durante más de dos décadas (desde la administración de Lyndon Johnson hasta Bill Clinton) entrevistó a funcionarios y ex funcionarios de la mansión presidencial, quienes corroboraron la relación íntima entre los dos hombres, de acuerdo con un comunicado de la editora Thomas Dunne Books, que tiene previsto lanzar el libro en enero. Los rumores de una supuesta homosexualidad de Nixon no son nuevos en Miami, donde desde hace décadas se ha especulado acerca de la verdadera naturaleza de la relación entre ambos hombres.
El ex presidente solía pasar largas temporadas en casa de Rebozo, en la isla de Key Biscayne, a donde acudía muy raramente con su esposa Pat y, públicamente, se dedicaba a jugar al golf con su amigo. La casa de Rebozo ya no existe, sufrió un incendio hace una década y fue demolida hace dos años.
Rebozo era conocido, además, por sus conexiones con el crimen organizado, y aunque varias veces se reunió con el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, incluso en presencia de Nixon, la agencia federal estadounidense lo ha acusado públicamente de conexiones con Alfred 'Big Al' Polizzi y Santos Traficante, dos de los jefes más importantes de la mafia en los años 1950 y 1960.
Según el FBI, Rebozo utilizaba su banco, con sede en Tampa, en la costa occidental de Florida, para lavar el dinero sucio de la mafia. Sin embargo, nunca fue llevado ante los tribunales, aparentemente por la protección que gozaba por parte del ex mandatario. Nixon fue presidente de 1969 a 1974, y falleció 20 años después en el ostracismo, tras el escándalo del Watergate. Nixon era conocido por ser un homófobo, al menos públicamente. En el libro, Fulsom afirma que cuando el ex presidente se enteró de que un ayudante de Johnson mantuvo una relación homosexual con un marinero en la Casa Blanca, le acusó de ser "un enfermo" y agregó que "una persona así no puede trabajar en un puesto de confianza".
El libro también afirma que Nixon golpeaba a su mujer y que sus ayudantes se referían a él como "nuestro borracho".
Según otro libro, 'The Last Days', de Bob Woodward y Carl Bernstein, los periodistas del Washington Post que desvelaron el escándalo del Watergate, en los últimos días de su presidencia, Nixon deambulaba por las noches por los pasillos de la Casa Blanca hablando y con un vaso de whisky en la mano.

Un libro "Pinche poli pendejo"; que parece mentira, pero aunque parezca mentira la verdad nunca se sabe.

Es un libro que parece mentira, pero aunque parezca mentira la verdad nunca se sabe.

Pinche poli pendejo

[foto de la noticia]
  • 'La prueba del ácido' es una biografía de un país que más parece un campo de batalla permanente
Un fracasado. Así se ve él. Edgar 'el Zurdo' Mendieta. El Zurdo para casi todos, zurdito solo para algunos. "Un pobre infeliz sin más futuro que ser un desgraciado nadie, porque un don nadie sería demasiado". Que se pregunta con demasiada frecuencia qué vale, y si merece la pena seguir viviendo. Y que tiene por vecino a un perro que le gusta ladrarle a la luna de madrugada mientras él juguetea con su arma planteándose cuestiones peligrosas. A este pinche poli se le nubla la vida misma cuando se arrima al cadáver y observa los rizos revueltos de Mayra Cabral de Melo (de profesión prostituta de lujo, además de bailarina de striptease, además de presunta novia a tiempo parcial del detective); Mayra, la que le había dicho que era "el poli más romántico" que había conocido, días antes de que le descerrajaran un tiro en la sien y rebanado el oscuro pezón de su teta izquierda.
El pendejo se queda recordando cierta canción de Roberto Carlos ('Debaixo dos caracóis dos seus cabelos, uma história pra contar') mientras retiene en su imaginación los ojos de Mayra cuando aún tenían vida: uno verde y el otro color de miel. "De verdad tienes bonitos ojos", le había dicho la muerta. "Claro que puedes hablar de los míos, aunque te costará ser original". Quién cojones, se pregunta el viudo sabiendo que no hay respuesta, ha podido acabar con esta morra, esta hembra superlativa, de labios apabullantes, cuerpo esplendoroso, pechos insultantes y cueva devoradora; quién cojones, se lamenta este placa de mierda que olvidó que no trae a cuenta enamorarse de una puta. "¿Eres poli?", le había dicho. "No tienes cara, te ves tan inocente, tan dulce, como que no rompes un plato y todos los tienes rotos".
Y por si todo esto fuera poco, el país lleva camino de convertirse en una morgue, el Gobierno mexicano le ha declarado la guerra al narco y este responde como sabe: matando y matando. Todos parecen que se han vuelto locos: balaceras por doquier; ajustes de no se sabe bien qué cuentas; oscuros políticos de bragueta fácil, corruptos y gallinas; Los Tigres del Norte aullando en Hummer que derrapan a toda hostia; narcos que podrían ser polis y polis que hacen de narcos. Hasta hay un hueco para el padre del presidente de los Estados Unidos, que gusta de cazar y follar al otro lado de la frontera, y que sale ileso de un intento de darle boleto. Y por si todo esto aún fuera poco, el Gran Capo, Marcelo Valdés, muere tranquilamente en su cama y su hija, Samantha Valdés, con tantos huevos como su papá, se hace con las riendas... Y esto significa efectos colaterales, voladuras controladas, más sangre y más muerte, muuuuuuuucha más muerte.
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Mendoxa narra sin parar un segundo. Sin puntos aparte. Para dejarnos sin aliento. Con diálogos que parecen nomás sacados de un AK-47.
(De corrido nos cuenta Élmer Mendoza -'La prueba del ácido', Tusquets Editores- esta historia. Sin parar un segundo. Sin puntos aparte. Para dejarnos sin aliento. Con diálogos que parecen nomás sacados de alguno de los AK-47 que van soltando casquillos página tras página. Las palabras parecen vómitos, las frases caen como bazucazos, los capítulos son lanzallamas y el libro, una biografía de un país que más parece un campo de batalla permanente. Mendoza nos adentra a tiro limpio en el lenguaje del narcotráfico, en su cultura, en su vocabulario sin aristas, sin verbos reflexivos. Y parece querer hacer buena la frase de Rubem Fonseca que podemos leer antes de empezar el festejo: "¿Será tarea del escritor traer más miedo a este mundo?")
Pero El Zurdo se caga en todo esto y no hay dios que le detenga en el camino de darle madre al hijo de la gran chingada que licenció a su morra, aunque nunca fue suya del todo y posiblemente jamás lo hubiera sido. "Ánimo", le había pedido, "eres un superhéroe: mi superhéroe, el que me salvará de los malos". Pero no la pudo salvar y por eso ahora la rabia le llega a los huevos, pone en marcha la gramola y ya no hay carajo que pare esta música. Todos empiezan a bailar: licenciados ignorantes, terratenientes compradores de sentimientos, invitados cinco estrellas, narcos prendados, españoles enamoradizos... Todos locos por Mayra y todos ahora en el punto de mira de un pringao pendenciero y despechado que por no tener no tiene ni una puta ex. "La vida es extraña, Edgar", le taladra el alma. "Creo que contigo podría hacer vida, otra vida quiero decir, la vida que una mujer sueña".
Y entre las piernas de esta historia penetran también traficantes de armas con ambiciones, federales asesinos, coleccionistas de guitarras destrozadas y de chalecos antibalas, hijas que quieren matar a su padre, periodistas, ex boxeadores sonados... y Samantha, la nueva capo, la que tiene que acabar con los que quieren su corona antes de que los aspirantes acaben con ella. "Eres igual que tu padre", le dice un muerto cuando todavía habla. "No creo, él era buena persona y a mí no me dejan serlo", le escupe antes de depositar tres balas en su cabeza... Samantha, que como su padre, tiene debilidad por los polis rectos. La suerte de los pendejos es que siempre hay alguien que los quiere, le habían espetado al Zurdo:
-Necesito hablar contigo, comandante.
-No soy tu hombre, Samantha, soy demasiado pendejo y todavía un poco honesto.
-Precisamente por eso me interesas, Zurdo Mendieta, ¿crees que no necesitamos gente honrada en nuestras filas? Aunque no lo hayas pensado, este negocio no funcionaría sin grandes dosis de fidelidad y honradez...
Pero para que el Zurdo continúe siendo una sombra de sí mismo, para seguir esas chingadas de la fidelidad y la honradez tiene que cazar al que rebano el oscuro pezón de la teta izquierda de su sueño. Y lo caza. Vengo a por ti, pinche criminal...
Y aunque salda la deuda que tenía con ese futuro que nunca iba a llegar, Edgar 'el Zurdo' Mendieta sigue sabiendo lo que ya sabía: qué siente un cero a la izquierda, un idiota que está robando oxígeno y que no ha hecho nada en la vida salvo chuparse el dedo y ladrarle a la luna... porque, a fin de cuentas, no es más que un pinche poli pendejo.

Murió Chita, el acompañante de Tarzán.

Adiós a la penúltima Chita

La 'penúltima' mona Chita, uno de los más animales más populares del cine universal, murió de un fallo renal el pasado 24 de diciembre, según ha anunciado al diario Tampa Bay Online Debbie Cobb, una de las responsables de la reserva de primates estadounidense de Florida donde vivía el chimpancé.
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Chita, según explicó, había  llegado allí en la década de los 60, como uno de los ejemplares que habían participado en las películas del hombre mono.
Pero el animal, llamado en realidad Mike, era en realidad macho y no fue el más conocido de los que coprotagonizaron junto al actor Johnny Weismüller la famosa saga.
De hecho, la presencia de un chimpancé como contrapunto cómico al hombre de la selva fue una creación cinematográfica, ya que no aparece en las novelas de Edgar Rice Burroughs en las que se inspiró la serie.
Mike tampoco fue el primer intérprete del simpático chimpancé, aunque sí uno de los más populares, porque posteriormente se le atribuyó la participación en otros anuncios y películas.
Como premio a su trayectoria, el Festival de Cine de Comedia de Peñíscola le otorgó uno de sus premios 'Calabuch' hace cinco años. Chita, ya achacosa, no acudió a recogerlo, aunque posó en su refugió con el galardón.
Como muchas estrellas del cine, Chita-Mike siempre escondió su edad. La versión oficial apunta a que había llegado a Nueva York, con apenas unos meses, el 9 de abril de 1932, lo que le convertía en el ejemplar más longevo del mundo. Pero las mismas circunstancias se han adjudicado a otras Chitas.
El chimpancé de Tampa habría muerto, por tanto, a los 80 años, tres o cuatro décadas por encima de la esperanza de vida de su especie. No es el único punto oscuro de su vida privada. Tampoco está claro si tuvo o no  descendencia, y la confusión con algunos de sus compañeros de papel tampoco ha aclarado el misterio.
Pero todos estos interesados equívocos multiplicaban la leyenda de Chita, que como otros grandes de la pantalla contaba con una biografía y una estrella en el Paseo de la Fama de Palm Springs, donde tiene la sede la Fundación que lleva su nombre y donde aún reside otra de sus hermanas.

martes, 27 de diciembre de 2011

Las redes telefónicas móviles son muy vulnerables; cuida tu identidad.

Los móviles con tecnología GSM dejan al descubierto la intimidad de sus usuarios

La vulnerabilidad del sistema permite que los criminales usurpen la identidad móvil de sus víctimas Los utilizan para llamar o escribir mensajes de texto a números de tarificación extraordinaria

La feria 3GSM de Barcelona. / ANTONIO ESPEJO
Los teléfonos móviles con tecnología GSM exponen a sus usuarios a ataques cibernéticos que pueden revelar todas sus comunicaciones a terceras personas. El experto en criptografía berlinés Karsten Nohl asegura que no es preciso utilizar tecnología punta para violar la intimidad y la seguridad de los usuarios. En un informe que presentará el martes por la noche en la conferencia del Chaos Computer Club de la capital alemana, Nohl sostiene que basta con un viejo móvil de hace siete años y programas de descodificación que cualquiera puede encontrar gratis en Internet. Más del 80% de los móviles que se usan en el mundo operan con la tecnología GSM. Según el investigador, la vulnerabilidad de este sistema permite que bandas criminales usurpen la identidad móvil de sus víctimas para llamar o escribir mensajes de texto a números de tarificación extraordinaria.
Más del 80% de los móviles que se usan en el mundo operan con la tecnología GSM
Nohl, fundador de la empresa de seguridad Security Research Labs, ha explicado a la agencia británica Reuters que es posible hacer “cientos de miles de llamadas en un corto período de tiempo” con éste método fraudulento. El primer paso es descifrar los mensajes que los teléfonos y las centralitas se envían automáticamente para establecer la llamada. Muchos de ellos son instrucciones cortas y fáciles de identificar que siempre siguen el mismo patrón: expresiones como “espera” o “llamada entrante”. Una vez ha descifrado uno de estos mensajes, el atacante tendrá acceso a toda la comunicación que emita o reciba el teléfono. También podrá hacerse pasar por el teléfono móvil interceptado y hacer llamadas o establecer comunicaciones en su lugar. El proceso dura unas pocas semanas.
T-Mobile y SFR  ofrecen (comparativamente) la mejor protección contra estos ataques
Algunas bandas organizadas contratan números de alta tarifación en Europa del Este , África o Asia. En un período corto de tiempo hacen miles de llamadas con los teléfonos interceptados. Los usuarios no se suelen percatar de ello hasta que les llegan a las abultadas cuentas de teléfono. Para entonces, los delincuentes han tenido tiempo de cerrar la línea de pago y de embolsarse todo el dinero.
Nohl ha abierto una web llamada http://gsmmap.org/, donde se pueden evaluar las medidas de seguridad de las operadoras telefónicas de 11 países. Según estos gráficos, T-Mobile en Alemania y SFR en Alemania ofrecen (comparativamente) la mejor protección contra estos ataques. No hay datos sobre las compañías que operan en España. El investigador dice que “ninguna empresa protege a sus usuarios demasiado bien”. Asegura, no obstante, que mejorar la seguridad saldría rentable a las operadoras, porque éstas suelen hacerse cargo de al menos una parte de las pérdidas sufridas por sus clientes en caso de estafa. Su diagnóstico: “las redes telefónicas móviles son lo más vulnerable en los sistemas de telecomunicaciones portátiles, más que los sistemas operativos Android o iOS”.

En la basura también se encuentra arte. Fotos increíbles.

Un escritor encuentra en la basura un centenar de fotos antiguas de la monarquía

Willy Uribe halló las imágenes en una caja de zapatos junto a un contenedor en la localidad vizcaína de Getxo

MANUEL MORALES - Madrid - 26/12/2011
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En una caja de zapatos tirada en la calle junto a un contenedor. Ahí encontró hace un mes el escritor y fotógrafo vasco Willy Uribe (Bilbao, 1965) más de un centenar de viejas fotografías de la monarquía española en la localidad vizcaína de Getxo. Uribe se topó con imágenes de María Cristina de Habsburgo-Lorena, la segunda esposa de Alfonso XII, posando con sus hijos; al rey Alfonso XIII de visita en San Sebastián con su familia; a la mujer de este, Victoria Eugenia de Battenberg, con sus hijos; y a Juan de Borbón, el padre del rey Juan Carlos, en su boda en Roma.
Boda de los padres del rey Juan Carlos
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Imagen de la boda de don Juan de Borbón y María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias el 12 de octubre de 1935 en la basílica de santa María de los Ángeles y los Mártires en Roma.- FOTO CEDIDA POR SIGUELEYENDO.ES

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La noticia la ha dado a conocer la web sigueleyendo.es, donde pueden verse algunas de estas instantáneas. Uribe explica que las fotos estaban en un contenedor azul -para reciclar papel- junto a varios libros de temática religiosa y algunas cartas personales que el escritor no quiso recoger. "Parecía como si alguien hubiera vaciado un trastero", ha dicho a EL PAÍS.
"Vi los libros, las cartas y la caja. La abrí y enseguida vi una foto de Alfonso XIII, un personaje muy reconocible", ha declarado el autor de thrillers como Los que hemos amado. "Yo creo que debían de pertenecer a una colección particular", ha añadido. Del papel fotográfico señala que "parece copia original del primer negativo por la buena calidad que tiene". Buena parte de las imágenes "están firmadas por el fotógrafo B. Resines".
Uribe ha guardado las imágenes en su archivo porque las quiere investigar por su contenido histórico. Como las de la boda de Juan de Borbón, en las que se ve a "muchos personajes" de la época. En su opinión, "las más bonitas" son las que retratan los veraneos en San Sebastián de la familia real.
En cuanto a la pertenencia de las instantáneas, Uribe afirma desconoce quién pudo abandonarlas, aunque cuenta que las encontró en la zona de Neguri y Las Arenas, donde hay "mucha gente que ha sido monárquica toda su vida, y quienes cambiaron con el franquismo lo hicieron por conveniencia". "Allí hay muchas casas que guardan muchos tesoros", ha añadido.
El hallazgo no es extraño en un hombre al que siempre le ha gustado pescar en la basura, una afición que le ha llevado a hacerse de esta peculiar forma con su mesa de trabajo, dos tablas de surf, un atlas de 1885... entre otros objetos. "La comarca en la que vivo mezcla varias clases sociales en un espacio geográfico reducido. Entre las residencias de la alta burguesía y los pisos patera no median ni quinientos metros (...) pero todos tiramos cosas a la basura", ha explicado Uribe.

Escritor maldito muere; hijo de Torrente Ballester

Muere Gonzalo Torrente Malvido, 'escritor maldito' e hijo de Torrente Ballester

Fue finalista del Premio Nadal y ganó un Goya al mejor guión adaptado por El rey pasmado

EL PAÍS - Madrid - 26/12/2011
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El escritor Gonzalo Torrente Malvido (Ferrol, 1935) murió ayer lunes en Madrid a los 76 años. Torrente Malvido era hijo mayor del literato Gonzalo Torrente Ballester y de su primera esposa, Josefina Malvido.
Torrente Malvido siguió los pasos de su padre -autor de numerosas obras como Los gozos y las sombras - y publicó una docena de obras, varias de ellas son una recopilación de cuentos. Con Hombres varados fue finalista del Premio Nadal en 1961. El autor siempre reconoció la influencia de su padre en su decisión de dedicarse a escribir: "Él me inculcó la afición a la literatura, aunque como analíticos no tenemos nada que ver", aseguraba en esta entrevista.
Torrente Ballester fue el encargado de prologar la recopilación Doce cuentos ejemplares, una selección de relatos escritos entre los que se cuenta una juerga de varios días con Camarón y Rancapino, de quienes Torrente Malvido fue muy próximo. Además de la literatura, también se dedicó a los guiones cinematográficos y en 1992 fue galardonado junto a Juan Potau con el Goya al Mejor Guión adaptado por El rey pasmado. El autor también es tío del escritor Marcos Girald Torrente, Premio Nacional de Narrativa 2011.
La carrera del autor también estuvo marcada por los escándalos de su vida privada. Gonzalo Torrente Malvido estuvo recluido en la cárcel de Carabanchel en 1968 por uso público de nombre supuesto. En sus últimos años, el autor denunció públicamente el olvido al que se sentía sometido.

lunes, 26 de diciembre de 2011

No es novedad que Hitler era frío, calculador y monstruoso.

REPORTAJE: MIGUEL DE RUMANÍA

"Comí con Hitler, era estirado y frío. Mussolini parecía más humano"

Miguel I, último rey de Rumanía, es el único superviviente de los jefes de Estado europeos de la II Guerra Mundial. su popularidad actual ha dado nuevo brillo a la monarquía en Bucarest, donde se ha disparado el rumor de que podría restaurarse, aunque en la persona del príncipe Carlos de Inglaterra. Nos atiende en su casa de Ginebra, donde recuerda, a los 90 años, su breve reinado y su largo exilio

LOLA GALÁN 24/12/2011
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Miguel I, último rey de Rumanía, es el único superviviente de los jefes de Estado europeos de la II Guerra Mundial. su popularidad actual ha dado nuevo brillo a la monarquía en Bucarest, donde se ha disparado el rumor de que podría restaurarse, aunque en la persona del príncipe Carlos de Inglaterra. Nos atiende en su casa de Ginebra, donde recuerda, a los 90 años, su breve reinado y su largo exilio
No hay bandera ni escudo nacional que distinga este discreto chalé suizo de las residencias que lo rodean. Pero entre sus muros pintados de blanco vive una reliquia del pasado, el último rey de Rumanía. Único superviviente de los jefes de Estado europeos activos en la II Guerra Mundial. Único caso de monarca asociado con las potencias del Eje primero y con los Aliados después que sigue vivo para contarlo. Testigo, poco conocido pero excepcional, de uno de los periodos más trágicos de la historia reciente europea.
    Rumania

    Rumania

    A FONDO

    Capital:
    Bucarest.
    Gobierno:
    República.
    Población:
    22,246,862 (est. 2008)

La noticia en otros webs

Hitler obsequió a la madre del rey con una orquÍdea y un frasco de sus pastillas contra la depresión
Las relaciones con la reina Sofía de España, su prima hermana, son excelentes. "Ambos sabemos lo que es el exilio"
El chalé de Miguel I limita con prados verdes donde pastan silenciosas vacas suizas esta mañana fría de finales de noviembre.
El antiguo rey vive en Aubonne, un pueblecito sobre el lago Leman, a media hora de Ginebra. Pero apenas se franquea el umbral de la casa, se impone el aroma de Rumanía que desprenden los pasteles que ha preparado la cocinera de su majestad. Miguel Hohenzollern-Sigmaringen, regele Mihai I de los rumanos, se presenta en el vestíbulo, alto y frágil, vestido con pantalón oscuro y chaqueta de cuadros, a juego con la corbata. La mirada azul, todavía alerta, pese a que cumplió 90 años el 25 de octubre pasado.
El rey Miguel I abdicó el 30 de diciembre de 1947. Rumanía se convirtió esa misma noche en una república socialista, gobernada por un partido comunista a las órdenes de Moscú. Pocos días después, el joven monarca abandonaba el país, acompañado de su madre, la reina Elena, un puñado de sirvientes, cuatro coches reales y poco más.
Su breve reinado (a los 5 años, con una regencia, entre 1927 y 1930; después, a los 18 años, entre 1940 y 1947) es un caso singular en la historia. Fue rey títere del dictador Ion Antonescu, socio de la Alemania nazi, y como tal trató a Hitler y a Mussolini. Pero dio un golpe de Estado en agosto de 1944 y se colocó del lado de los Aliados, lo que le valió condecoraciones e incontables elogios, pero no evitó el drama de que Rumanía quedará bajo la esfera de influencia de Stalin.
Ante la total indiferencia aliada, el rey que abandonó a Hitler para colocarse "del lado de la democracia y la libertad" se encontró en enero de 1948 en el exilio. En terreno de nadie, abandonado, colocado a la intemperie de la historia. El exmonarca ha olvidado muchas cosas, pero otras están marcadas a sangre y fuego en su memoria. No recuerda los detalles del primer encuentro con Hitler, en 1938, todavía como príncipe heredero, ni la entrevista de 1940, recién coronado, de la que hay algunos testimonios gráficos.
"Recuerdo una comida con Hitler, sí, en 1941, en Berlín. Yo no hablaba alemán, mi madre sí, era ella la que llevaba el peso de la conversación", cuenta Miguel de Rumanía, en un inglés perfecto pero prácticamente inaudible. Su madre, la princesa Elena de Grecia, tía de nuestra reina Sofía, era todo un personaje. Su padre, Carol II, un Hohenzollern, fue un ejemplo poco edificante de rey corrupto. Miguel de Rumanía ha prescindido ya del apellido alemán, empeñado en romanizar la dinastía.
Pese a que apenas tenía 20 años cuando compartió mantel con Hitler, el anciano exrey recuerda lo esencial. Dice que el Führer no le causó especial impacto. "Si impresionaba era para mal", dice. "Tampoco me pareció que tuviera grandes dotes de orador. Tenía ese trato difícil, porque miraba a las personas fijamente. Ya entonces la fama de los nazis dejaba mucho que desear, las cosas fueron luego empeorando, cada vez más. No recuerdo lo que comimos. Pero Hitler no llevaba uniforme. Vestía sus habituales pantalones oscuros y una chaqueta caqui. Había cuatro personas con él. Era frío y estirado".
Gritaba continuamente y era difícil meter baza en una conversación en alemán que el Führer monopolizaba. En aquel viaje, al rey y a su madre les acompañaba un ayudante de campo llamado Jacques Vergotti, que dejó constancia en unas memorias mecanografiadas, recogidas por Ivor Porter, biógrafo del rey, de un par de detalles jugosos. Vergotti recordaba haber visto a la madre del monarca, la reina Elena, adornada con una orquídea, obsequio de Hitler, que le dio también un frasco de Pervitin, unas pastillas antidepresivas sin las cuales, según les confesó, no podía vivir.
-¿Cuál fue el motivo oficial de la visita?
-El encuentro se produjo de una forma bastante rara. Mi madre tenía que ir a Florencia a resolver algunos asuntos privados. Pero Antonescu le dijo que ya que tenía que ir a Italia, por qué no iba a ver a Hitler y a Mussolini. La verdad, no alcanzo a ver el sentido de esa visita. Pero el hecho es que terminamos en Berlín.
De allí viajaron a Italia. Los recuerdos de Mussolini son algo más amables. "Las diferencias entre él y Hitler eran muy grandes. Claro, en primer lugar, yo hablo italiano, y eso siempre acerca. Mussolini era más abierto, una persona más cálida, como son los italianos. Recuerdo que mi madre le preguntó cómo se las ingeniaban para vivir los italianos y el país en general con todas las restricciones que sufrían. Su respuesta fue: 'Pues apretándose un poco el cinturón".
Ni Hitler ni Mussolini hubieran imaginado nunca que aquel monarca joven e inexperto fuera capaz de cambiar el curso de la II Guerra Mundial con un golpe de Estado. O al menos, de acortar en seis meses aquella carnicería. "Oficialmente, lo que hice fue sacar a Rumanía de la guerra, con la esperanza de evitar una sangría. Aunque sabía que los alemanes no iban a aceptarlo, y no lo hicieron: nos bombardearon ese mismo día", recuerda el exrey. Pero durante los largos años de exilio no ha dejado de pesarle lo que en el fondo considera una traición de Occidente, y muy en especial del líder británico Winston Churchill. "Rumanía y todos los demás países al este de Alemania fueron abandonados en Yalta", dice, recordando la conferencia de febrero de 1945 en la que Stalin, Roosevelt y Churchill acordaron un reparto europeo. "Claro que entiendo por qué Churchill pensó que era la única estrategia posible, por lo menos desde una perspectiva británica. Pero no puedo excusarlo, ni aceptarlo". El regele no olvida que fue la gente común la que pagó las consecuencias. "Las mismas naciones por las que los Aliados habían entrado en guerra", añade. "Y aunque no hubo oposición de los otros líderes en Yalta a la división del continente, fue Churchill el que lo consideró una solución natural y perfectamente aceptable".
Miguel de Rumanía interrumpe el relato para acariciar a Bianco, uno de sus perros, que se ha colado en el salón. Constanta Iorga, secretaria general de la Casa de su Majestad, presente en la entrevista, lo echa cariñosamente. Iorga trata con devoción de hija a "su majestad". "Sigue siendo nuestro rey. Si abdicó fue porque le forzaron", subraya.
La sala principal de la casa, con techo de madera pintado de blanco, está decorada con retratos de antepasados, algunos firmados por el pintor húngaro Philip de Laszlo, como el que representa al entonces príncipe Miguel en 1936, un guapo adolescente que empuña una escopeta en la mano derecha. "Y eso que yo soy zurdo. Me tenían que hacer las escopetas especiales. Pero en el retrato se corrigió ese detalle", cuenta. Ser zurdo estaba mal visto. En el muro opuesto, una amplia cristalera se abre a una terraza sobre el jardín. Un hombre con chaleco reflectante trabaja en un parterre de flores. "Allí está el Mont Blanc, pero con esta niebla no se ve", dice Miguel de Rumanía señalando un punto a la derecha.
El exilio, convertirse en un ciudadano de a pie después de haber vivido en palacios rodeado de atenciones y honores, debió de ser una experiencia difícil. "Salimos solo con las pertenencias personales", precisa el exrey, acusado después por el Gobierno comunista de haberse llevado al exilio oro y joyas. Según la biografía autorizada de Ivor Porter, la reina Elena había sacado del país, previamente, dos pequeños grecos con destino a una caja fuerte de Zúrich. Y un ayudante del monarca retiró en efectivo algo más de 300.000 francos suizos y franceses y 50 libras en vísperas del viaje a Londres, en noviembre de 1947, para asistir a la boda de la entonces princesa Isabel de Inglaterra con Felipe de Edimburgo, los dos primos segundos de Miguel de Rumanía. Este parentesco y la pasión del heredero británico, Carlos de Gales, por Rumanía han dado pie a los más increíbles rumores sobre una posible coronación de Carlos como Carol III de los rumanos.
Pero en noviembre de 1947 el panorama era otro. Toda la Europa del Este estaba bajo la esfera de Stalin, y Miguel I de Rumanía tenía los días contados. Un mes después de la boda inglesa, donde conoció a Ana de Borbón Parma, con la que se casaría al año siguiente, el rey rumano era un exiliado, obligado a ganarse la vida con el sudor de su frente.
Miguel había aprendido a pilotar aviones, y esa experiencia le sirvió para sobrevivir en su vida civil. Primero pasó un tiempo en la campiña británica, empeñado con su mujer en sacar adelante una granja avícola. Después, gracias a una oferta de la firma aeronáutica Lear, se instaló en Suiza definitivamente. Entre tanto, llegaban al mundo, una tras otra, las cinco hijas de la pareja. Cuando Lear cerró sus oficinas, el exrey aceptó por un tiempo un empleo como bróker para una firma estadounidense. "Pero no me gustó. Odio estar sentado entre papeles", dice.
"Su majestad tiene un don especial, una habilidad enorme con la tecnología y la mecánica", apunta su devota secretaria. El exrey dedicaba parte de su tiempo de ocio a trabajar con algún antiguo Jeep que el Ejército de Estados Unidos había enviado a Rusia, y que llegó a sus manos de forma bastante rocambolesca. Como el que perteneció al general Patton, que el exmonarca restauró y aún conserva.
Su vida desde entonces ha sido modesta, desde la perspectiva de la realeza. Aunque la nómina de colaboradores menguó enseguida, a las niñas no podía faltarles la nanny, ni, más tarde, el internado. Aun así, en algunas etapas, la real madre tenía que llevarlas y recogerlas del colegio.
La casa sobre el lago Leman, donde se celebra la entrevista, tampoco es suya. "Es un préstamo", dice, sin especificar más.Miguel no recuperó hasta 1997 la nacionalidad que le arrebataron los comunistas. Pero en 2000, una ley que otorga un nuevo estatus a los antiguos jefes de Estado le permitió recuperar todo su patrimonio en Rumanía y disponer del palacio Elisabeth. Aun así, mantiene su residencia en Suiza, "para evitar problemas", dice Iorga, aunque pasa parte del año en su país. De Rumanía llegan continuas delegaciones y emisarios. El patriarca rumano en persona le cantará los oficios navideños, antes de que el exrey viaje a Rumanía a pasar las fiestas.
En el ocaso de su vida, el que fuera Majestatea Sa Regele Mi-
hai I al României parece disfrutar de nueva notoriedad. El 25 de octubre pasado, su 90º aniversario fue celebrado por todo lo alto en su país. Con su casi inaudible voz, pronunció su primer discurso tras 64 años de exilio en el Parlamento de Bucarest, gracias a una invitación del Partido Demócrata Liberal (PD-L). "Fue un acto entrañable", recuerda Theodor Paleologu, joven historiador, exembajador, exministro de Cultura rumano y diputado de ese mismo partido, que estuvo presente en el acto. También acudió la reina Sofía, prima hermana de Miguel. "Las relaciones con la familia real española son muy buenas. Aunque nos vemos muy poco", dice el exmonarca. "Nos acerca no solo la proximidad familiar, sino el destino histórico. También la reina Sofía sabe lo que es el exilio. Ella y el Rey de España han dedicado sus vidas a la tarea de apoyar las instituciones democráticas de su país, igual que hemos hecho nosotros en el nuestro".
Miguel estuvo en la boda del príncipe Felipe con Letizia Ortiz, en abril de 2004. ¿Qué opina de estas bodas reales con chicas de clase media?
"La verdad es que son chicas muy bien educadas, con estudios, pero no todas están preparadas para la tarea que se les encomienda. Algunas la desarrollan perfectamente; otras, así así".
Miguel es consciente de que la monarquía puede muy bien no regresar jamás a Rumanía. Pese a la ayuda indirecta del presidente rumano, Traian Basescu, que ha contribuido a incrementar el apoyo al exrey al acusarle de haber entregado el país a los comunistas. "La acusación no tiene fundamento", explica el hispanista rumano Horia Barna. "Al rey le obligaron a abdicar. No le quedó más remedio que irse". Con todo, las posibilidades de que el antiguo régimen regrese son pequeñas. Con frecuencia, la historia no tiene marcha atrás.

Carlos de Gales, familia de Drácula

Por inexplicable que resulte, uno de los rumores más extendidos en los últimos meses en Rumanía es el que prevé una restauración monárquica en el país con Carlos de Inglaterra como rey. Tal cosa no requeriría especiales saltos dinásticos, a juzgar por las palabras del propio príncipe Carlos, que se declaró descendiente (aunque al final de una intrincada línea genealógica) de Vlad el Empalador, es decir, el mismísimo conde Drácula. El heredero del trono británico lo dice con sus propias palabras al final del programa que la cadena de televisión Travel Channel dedicó a una de las zonas de Rumanía, la de los montes Cárpatos, el 30 de octubre pasado. Pero los rumores en la prensa rumana eran anteriores. El diario rumano 'Ziua de Cluj' especulaba dos días antes con la posibilidad de que el príncipe de Gales abdicara en su hijo Guillermo para poder ceñirse la corona rumana. Al final, hasta un diario británico, 'The Scotland Herald', se hizo eco el 6 de noviembre de esta estrambótica posibilidad. Lo único cierto es que el heredero del trono británico tiene numerosas propiedades agrícolas en Transilvania (en la imagen, el príncipe Carlos en un pueblo de esa región), adonde viaja con asiduidad. "La especulación es absurda, desde luego", admite el hispanista Horia Barna, "pero refleja el deseo de muchos rumanos de tener un sistema político democrático como el de otros países europeos. Vemos que en Reino Unido, en Dinamarca, en Suecia, en España... hay monarquías constitucionales y son países prósperos y estables".