Carlos Maceiras en la Iglesia de Santo Tomás Moro: música serena, lúcida, majestuosa e intelectual/Jaime Luis Albores Téllez
Becuadro
Carlos Maceiras en la Iglesia de Santo Tomás Moro: música serena, lúcida, majestuosa e intelectual
Jaime Luis Albores Téllez (*)
El concierto de guitarra magistral que ofreció -el 4 de mayo- el maestro Carlos Maceiras en la Iglesia Santo Tomás Moro fue una experiencia de sonidos de fascinante sonoridad. Y realmente sus conciertos son adictivos en cuanto uno conoce que tiene una técnica clara y un fraseo excelso.
Sí, es uno de los grandes guitarristas clásicos mexicanos de la actualidad. Y voy a contar una breve semblanza de este gran músico: Ha recibido la condecoración Villa-Lobos por el gobierno del Brasil como uno de los mejores guitarristas contemporáneos; reconocimiento de la Vie Locale, du Commerce de 1º artisanat et de la Vie Economique Michel Chausanson, París, Francia; reconocimiento de la revista Amsblatt, Stuttgart, Alemania; reconocimiento del Estado Pontificio del Vaticano. Y Arminda viuda de Villa–Lobos, dijo: “Felicidades por su trabajo en nuestro Villa-Lobos, maestro Maceiras…” Y me quedo corto con esta brevísima semblanza del gran Carlos Maceiras, todo un representante de nuestra música en todo el mundo.
Bien. El concierto de Carlos Maceiras estuvo integrado por las siguientes piezas: Gimnopedia (Francia), de Erick Satiè que junto con la pieza Sarabanda (Francia), de Francis Poulenc, desató una sucesión de sonidos que despertó la sensación de movimiento. Sí, un ritmo donde dispuso de tal modo los sonidos que hizo que tuviéramos la sensación de cierto descanso y a la vez movimiento, quiero decir, que si comparamos la música con el lenguaje –palabras sonidos—y que mediante el ritmo los sonidos son unidos entre sí, forman las frases musicales que en estas piezas fueron excelsas, como ya dije anteriormente.
Y lo logró en cada una de las ejecuciones de este concierto de guitarra. Después escuchamos Tres improvisaciones barrocas (México), de Carlos Maceiras; en esta pieza quiero distinguir que la intensidad, el tono y la duración, características del sonido, fueron una sucesión de sonidos diferentes entre sí pero que lograron una inflexión expresiva y una acentuación que hicieron de la guitarra un medio de expresión excelente.
También escuchamos Ecos de un adagio (Italia–México), de Tomasso Albinoni y Carlos Maceiras, esta es una obra orquestal que se tocó por primera vez en la iglesia de San Marcos, que en esta ocasión mostró una interesante adaptación en las manos privilegiadas de Carlos Maceiras, donde la técnica en cuanto a la actitud ante la obra es definitoria de una postura personal y artística.
Otra pieza interpretada por Maceiras fue Suite libre, de Johann Sebastian Bach, compendio de varias obras de Bach, de diferentes ritmos y gracias al que escuchamos una sarabanda con cierta estructura negro-latino; y que además pudimos distinguir los logros de Bach en cuanto a imaginación y estilo, gracia y delicadeza, así como intensidad y pasión sublime.
Maceiras nos hizo recordar lo que decía Bach de la música: “es la glorificación del creador y la recreación espiritual, este es el único propósito de la música.” Y Maceiras nos mostró a través de esta interpretación de la Suite libre, que Bach tenía un alma con una íntima angustia de quien lucha contra el destino.
Pero creo que actualmente nuestra alma está ansiosa de imágenes sensibles donde la brutalidad desaparezca. Y este gran músico Carlos Maceiras, en cada uno de sus conciertos, nos da frescura a través de su música que es serena, lúcida, majestuosa e intelectual.
Y terminó el concierto con Cavatina (Inglaterra), de Meyers y una obra de su autoría que estrenó en esta iglesia preciosa Santo Tomás Moro, una obra alemana Llovizna sobre el río Saar, dedicada a su esposa Teresa; pieza de gran calidad musical totalmente alegre, aquí el compositor muestra la necesidad que tiene de usar la música como un medio de expresión personal que concede una mayor importancia a la técnica de los efectos sonoros.
Jaime Luis Albores Téllez (*) (Tlaxcala, 1964), escritor, musicólogo y periodista cultural.
Foto: Ramona Miranda-Conaculta
El concierto de guitarra magistral que ofreció el maestro Carlos Maceiras fue una experiencia de sonidos de fascinante sonoridad… sus conciertos son adictivos en cuanto uno conoce que tiene una técnica clara y un fraseo excelso
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