Gonzalo Valdés Medellín (DF, 1963)
celebrea treinta años como creador, dramaturgo, periodista, crítico
teatral y narrador. El reconocimiento por su trayectoria empezó con la
presentación de su libro En la casa de las semejanzas, título de uno de
sus cuentos con el que gana el Premio Juan Rulfo 1995, que otorga Radio
Francia Internacional; la presentación fue en la Feria del Libro del
Palacio de Minería. También en medios de comunicación han resaltado su
quehacer literario. En MexiquenseTV, Canal 34, en el programa Con Gusto,
Omar Alejandro Solórzano lo entrevista y con ella hace un recorrido
rápido pero conciso sobre la obra creativa y periodística de Valdés
Medellín, quien ha obtenido entre otros premios el Nacional de
Dramaturgia de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en 2003, y el
Premio José Pagés Llergo de periodismo en 1999. Y otro de los homenajes a
Gonzalo se dio en la Casa de la Cultura de la Colonia San Rafael,
barrio aledaño al Metro San Cosme, donde el escritor vivió gran parte de
su infancia. Aquí fue entrevistado por el actor Luis Álvaro Silva y
presentado por quien dirige atinadamente esta Casa de Cultura, Luis
Cisneros, difusor cultural interesado en desarrollar los talentos en las
artes escénicas y musicales de nuestro país. El también laureado actor
Luis Álvaro Silva únicamente tuvo que hacer una pregunta: ¿Quién es
Gonzalo Valdés Medellín? Y el entrevistado en automático rememoró su
infancia, con quienes jugaba (vecinos y familiares), sus andares
plácidos en bicicleta, a quiénes veía: desde una prostituta asesinada,
que se convierte en personaje de uno de sus cuentos, “Remedios la
frondosa” (de En la casa de las semejanzas), hasta sus remembranzas de
quienes vivían en la colonia: la familia del actor Miguel Inclán (“El
ciego” en la película Los olvidados de Luis Buñuel), y otros actores que
habitaban la colonia y a quienes el niño Valdés Medellín de la mano de
doña Leticia, su madre, veía pasar cotidianamente: el gran actor Agustín
Isunza, infaltable en innumerables películas de la Época de Oro del
Cine Nacional, así como otro grande: Ángel Garasa… Y Manolo Fábregas,
Mauricio Garcés, Enrique Álvarez Félix, Julissa… en la época dorada del
famoso Teatro Manolo Fábregas. Después, Valdés Medellín evocó cómo en su
adolescencia empieza a leer gracias a su tío Guillermo, de la rama
materna, que tenía una pequeña biblioteca donde había libros de la
Segunda Guerra Mundial y de historia de México, y cómo el gusto por leer
lo lleva a escribir. Es entonces que en un taller del Museo
Universitario del Chopo conoce a José María Pérez Gay, quien se
convierte en su maestro y con quien descubre la literatura de Joyce,
Kafka, Onetti, José Revueltas… Así también contó su experiencia
enriquecedora con la escritora Elena Poniatowska, quien generosa leyó
sus primeros textos periodísticos; y cómo a los dieciocho años empieza a
publicar en el periódico unomásuno, que era dirigido por Manuel Becerra
Acosta, en 1982. Y su charla era tan amena, sí, fue tan entretenido
escucharlo, que dos horas y media no se sintieron, que nadie de los
escuchas, que no eran pocos, estuvieron en sus lugares atentos. También
platicó de su maestro José Antonio Alcaraz, quien a sus secretarios
llamaba “esclavos”. Luis Cisneros, quien estuvo con el maestro Alcaraz
de aprendiz, lo confirmó. Ambos coincidieron en que Alcaraz era muy
estricto, pero “tenía un corazón de oro”, afirmó Valdés Medellín. Luis
Álvaro Silva adelantó que pronto podremos ver de nuevo el monólogo ¡Que
la Nación me lo demande! en escena, con el cual obtuvo el Premio al
Mejor Actor de Monólogo de la APT en 2001 y que representa a decir del
propio Valdés Medellín “un grito de indignación contra todo lo que
atente contra la libertad”.
Gracias Jaime por este bello artículo. te mando abrazos.
ResponderEliminar