En todos estos cuentos está presente la muerte pero como un chascarrillo, donde el tema de la muerte se presta para jugar bromas.
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Guillermo Schmidhuber de la Mora: Las niñas marinas y otros cuentos/Jaime Luis Albores Téllez
En:Libros Fecha:8 julio, 2011Guillermo Schmidhuber de la MoraLas niñas marinas y otros cuentos
Jaime Luis Albores Téllez (*)
Guillermo Schmidhuber de la Mora presenta un libro de cuentos donde la ficción es absoluta, los personajes viven situaciones cotidianas fuera de la realidad. Y como contraste, el primer cuento “Las niñas marinas”, nos dice el autor que fueron “cuatro mujeres que llegaron a ser paradigma de la mujer en la cultura mexicana a la mitad del siglo XX y luego llenaron con dramatismo el papel de viuda de artista.” “Y este cuento recupera información recibida en conversaciones a largo de muchos años.” En sí, es un cuento que utiliza mucho diálogo hasta parece una obra de teatro, por la forma como está escrito el cuento.Los cuentos del autor, que a mí me gustaría llamarle la segunda parte del libro, “De falsos epitafios y otras muertes”, son una serie de cuentos: “El ocioso y la muerte”; “Una canita al aire”; “Memorias dulces, amargos despertares”; “Para todo hay mañas, menos para la muerte”; “La green card ahora es rosa”; “Los enemigos, tragedia en tres actos brevísimos de Jaromir Hladik (1908-1939)”.En todos estos cuentos está presente la muerte pero como un chascarrillo, donde el tema de la muerte se presta para jugar bromas. Es de llamar la atención la estructura de estos cuentos en cuanto si queremos ver a la muerte como una palabra que nos permite saber que estamos vivos. Es decir, que si podemos decir la palabra muerte, podemos saber que algo nos está pasando todavía y que podemos platicar (hablar). En otras palabras: hay vida aún. Y es así que en el cuento “Para todo hay mañas, menos para la muerte”, un escritor que se siente inútil comienza a pensar: “qué pasaría si me muriera.” Este personaje puede hablar de su propia muerte, imaginarse sus epitafios, y esto no podría ser si no tuviera deseos y temores. Por cierto recuerdo que Schopenhauer decía: “sin la muerte no hay filosofía; el conocimiento de la muerte y conjuntamente con el espectáculo de los dolores y miserias de la vida, da mayor pábulo a las consideraciones filosóficas y a las explicaciones metafísicas del mundo.”Guillermo Schmidhuber de la Mora a través de estos cuentos, donde simula la muerte de los personajes, nos muestra lo difícil que es decir algo frente a la muerte (¿qué decirle a quien se le murió alguien?), pero estos relatos, donde parece que se bromea con la muerte –condición totalmente humana, porque los animales carecen de la conciencia de la muerte— parecen decirnos que nadie preguntaría si no tuvieran deseos y temores. Rousseau decía: “Las pasiones son el fruto de nuestras necesidades” (y yo le agregaría ‘mentales’, ya que primero tenemos que ver, para crear una necesidad o un deseo.)En fin. Lo que critico y hace que no se pueda disfrutar la lectura –y que fastidia– es la malísima edición, hay un descuido total en la publicación de la obra. Por ejemplo en la página 40 aparece: “El padre de Guadalupe me había entregó una llave y me envió a la casa de la hija en un elegante automóvil manejado por su chofer.” Y no es el único caso.Ojalá que el libro se vuelva a editar, pero ahora en nuestro país, creo que se cuida más las publicaciones. Realmente sería muy bueno que sucediera así.Guillermo Schmidhuber de la Mora, Las niñas marinas y otros cuentos. Editorial Dunken, Argentina, 2011; 136pp.(*) Jaime Luis Albores Téllez (Tlaxcala, 1964), escritor, musicólogo y periodista cultural.En todos estos cuentos está presente la muerte pero como un chascarrillo, donde el tema de la muerte se presta para jugar bromas.Notas Relacionadas:
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