En la casa
de las semejanzas / de Gonzalo Valdés Medellín
Es un libro de historias (relatos) que logran cierta
intimidad con el lector, donde se requiere de silencio y soledad para
disfrutarlos, donde sólo se encuentran el libro y el lector. El autor que nos
cuenta y el lector que vive en la imaginación las historias cotidianas de
personajes ordinarios (como cualquiera de nosotros) pero siempre con la
sensación de que algo inminente va a suceder en cualquier momento. Todos los relatos tienen un eje donde gira la
sexualidad como parte de la vida, como una función del cuerpo que marca a todos
los seres humanos. Y el cuento La furia del escorpión –último relato del
libro-- retrata excelentemente bien el
disfrute de la sexualidad, la agresión, el miedo y el rechazo que llega haber
entre las parejas. Todas estas emociones enmarcadas en los cuerpos crean una
mente llena de recuerdos que llegan a persistir más allá del cuerpo. O sea en
la mente de un muerto que nos relata a través de un diálogo con su primo que
también lo recuerda y que vive una relación de amor odio con una tal Gina. Gonzalo Valdés Medellín es un magnífico
escritor que conoce al ser humano y sabe retratarlo en sus relatos y en toda su
creación literaria como autor dramático, tal y como lo escribió Hugo Argüelles
en el prólogo a este libro.
Otro excelente relato es el primero, En la casa de las
semejanzas (cuento ganador del Premio Juan Rulfo 1995, que otorga Radio Francia
Internacional), lo leí por primera vez
en la sección de cultura Sábado, de UnomásUno, cuando Huberto Batis lo dirigía.
Y al volver a leerlo ya publicado en el
libro, disfruté todavía más la historia,
cómo engarza las situaciones y los personajes, el ritmo cadencioso de la trama,
donde también la muerte hace su presencia, tal como sucede en el cuento La
furia del escorpión, en ambos cuentos la atmósfera es Rulfiana, fantasmal,
incierta, como si todo fuera irreal, un sueño, donde, Amanda (personaje), su
cuerpo es semejante a otro cuerpo pero
masculino para el personaje que la desea, una combinación de cuerpos con el
mismo deseo. Donde los cuerpos de mujer y de hombre son capaces de producir el
mismo placer. Erotismo puro. Nunca cae en escenas que podrían ser vulgares,
porque justifican la acción de los personajes, donde la soledad, ese
sentimiento de abandono, empuja al personaje a buscar nuevas experiencias en
otros cuerpos. Y el cuento termina excelente “Has entrado a la casa donde las
semejanzas ya no existen, en la que todos son nada, donde todo es vacío.” El
autor hace una clara diferencia entre la soledad mundana y la soledad del más
allá, la de la muerte. Donde el cuerpo desaparece para crear la conciencia que
no somos el cuerpo. Y que en este plano terrenal creemos ser el cuerpo, vivir a
través de él. Es decir que el vacío experimentado después de tener una relación
sexual intensa nos lleva a conocer que somos semejantes, donde el cuerpo sólo
fue un instrumento para conocernos.
Gonzalo Valdés es capaz de contar una historia de un hecho o
un sueño de alguien más como el de un amigo. Su capacidad para narrar es muy
versátil, en algunas historias podemos reflexionar, en otras reír y en otras
más sobresaltarnos por la crudeza o realidad que nos hace partícipes de sus
relatos. En esta reseña resalto estos dos relatos porque su estilo lacónico y
de prosa poética, nos muestra que es un gran creador, vigente y con mucho
futuro.
Y esto lo ha logrado en sus ahora 30 años de creador activo en
la cultura mexicana. Este libro En la casa de las semejanzas, presentado en la
Feria Internacional del Palacio de Minería el año pasado, es un homenaje, un
reconocimiento a su obra creativa.
El libro tiene varias historias de títulos sugerentes: Milagros
de la vida, Amor y futbol, El señor de los juguetes, Recuerdo: sueño y vida,
Volver a la infancia, Milagro de reyes, ¡Adiós… señora cuaresma!, Domingo de
resurrección, La mano del ángel, Aguafuertes urbanos, Brincando tinacos, Los
recuerdos enterrados, Metida en su mundo, La virgen que forjará una nueva
patria, Esperanza inútil, etc. Todos los cuentos se leen con gran disfrute y de
una sola sentada, como dicen algunos letrados.
No me queda más que recomendar ampliamente la lectura de este
libro.
Gonzalo Valdés Medellín, En la casa de las semejanzas,
Impreso en los talleres de Amarillo Editores, México, 2011, 152pp.
Jaime Luis Albores Téllez (Tlaxcala, 1964) escritor y
periodista.
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