viernes, 30 de marzo de 2018
Espionaje cibernético
Algunos críticos dicen que Robert Ludlum es el creador del género de espionaje en la literatura moderna, sus obras conciernen sobre planes de operaciones cibernéticas, inspiradas en teorías “conspiratorias reales”. Sí, como sucede actualmente con Internet y las redes sociales que son un campo para las “batallas políticas”, sean mundiales o nacionales, donde manipulan la información, por medio de opiniones, siempre malintencionadas, para crear confusión entre los “tele-nubes”, que casi siempre se comportan como aquellos niños-adolescentes que en la escuela gritaban “él fue, yo lo vi, él fue, yo lo vi…”, que a veces sucedía por pura ocurrencia de un maloso, señalando con el índice al inculpado, sin averiguar qué pasó, o los hechos que lo inculpan, hasta lograr que un grupo numeroso lo señalara en coro: “él fue, yo lo vi”. Y cuando el profesor indagaba qué había pasado, nadie sabía explicar de qué lo acusaban. Unos podrían decir que había roto algo de su escritorio, otros que había metido sus manos al portafolios del maestro. El profesor mandaba a sentar a todos para revisar su portafolios y ver si no faltaba algo. Al final a nadie le interesaba qué había sucedido, todo terminaba como un chisme. Y algo parecido sucedió cuando todo el mundo supo de la invasión a Ucrania (2014), donde se sembró confusión a través de informar a medias, sin aclarar los sucesos, a través de redes sociales como Facebook y Twitter, y lo más reciente la elección presidencial estadounidense, donde se dice que hubo una intervención cibernética en las elecciones, a través del hackeo ruso al Comité Nacional Demócrata, para dar a conocer cientos, miles de correos electrónicos, para desacreditar a los Clinton y crear desconfianza en el sistema electoral. Como van los sucesos, es lógico pensar: “aunque parezca mentira, la verdad nunca se sabe”.
En fin. Robert Ludlum que se inspiraba en teorías conspiratorias para crear sus obras literarias, se adelantó casi veinte años a lo que el día de hoy vemos en Internet y lo que sucede a través de las redes sociales, lo podemos ver en su obra Iniciativa Bourne, donde un general llamado Boris Karpov, muere, pero sus planes sobre una operación cibernética se llevan a cabo para robar códigos a Estados Unidos de sus lanzamientos nucleares, pues esto ya es una realidad. Pero eso no es todo, en otras obras ya se esboza el tema psicográfico, donde se estudia los perfiles de los usuarios de redes sociales, para manipularlos, según sus preferencias, y crear un individuo “tele-nube”, para que viva cibernéticamente según sus expectativas sociales, de trabajo, políticas y creencias religiosas.
El novelista Ludlum muere de repente, trágicamente, al incendiarse su casa en Florida, el doce de marzo de dos mil uno. Hasta la fecha no se sabe las causas del incendio. ¿Será que lo mataron porque se dieron cuenta que no sería fácil manipularlo, cibernéticamente?
por Jaime Luis Albores Téllez (Aparece en "La cultura en México")
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